19 Sep «Una de las experiencias de vino más hermosas que he tenido». Lesa Gough – The Boozy Epicure
Bodegas Ondalán. Foto: Lesa Gough – The Boozy Epicure
Esta semana recibimos la visita de un grupo procedente de Estados Unidos, compuesto por distribuidores, sumilleres, y empresarios/as amantes del vino. La visita estaba coordinada por Pablo Romero, de PR SELECTIONS, importador del tempranillo de Bodegas Ondalán en Florida.
Entre estas personas se encontraba Lesa Gough, autora de un excelente blog sobre gastronomía y vinos, The Boozy Epicure, y que muy amablemente nos ha permitido reproducir el testimonio que escribió sobre su visita a Ondalán y algunas de las fotos que tomó. Desde aquí, enviamos a Lesa nuestro más sincero agradecimiento.
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«Más allá de las hermosas vistas y los deliciosos vinos, quizás la parte más maravillosa de nuestras visitas a las bodegas ha sido la increíble calidez y hospitalidad. Y ninguna experiencia ha encarnado esto tan bien como nuestra visita a Bodegas Ondalán.
Comenzamos en los viñedos, y al escuchar cómo me interesaba probar diferentes variedades de uva, el propietario me acompañó a través del barro y sacó muestras de las 5 uvas tintas de Rioja que cultivan (Tempranillo, Graciano, Mazuelo, Garnacha y Maturana) para poder probarlas, una junto a otra, describiendo sus características y niveles de madurez a medida que se aproximan a la cosecha. Luego, como capricho, sacó enormes racimos de Moscato Negro, una uva más grande y dulce que cosecharán más tarde y usarán para hacer vino dulce de postre.
Solo con eso ya estaría completa la visita: he estado probando uvas por toda España, pero en ninguna otra bodega el propietario ha mostrado tanto deleite al mostrar y compartir sus uvas. Una vez que entramos, nos dejó sacar vino de los tanques para que pudiéramos probar el vino que estaba completo y listo para embotellar, vino 100% Graciano que todavía tendrá uno o dos años más de envejecimiento en botella antes de que sea lanzado al mercado.
Ya en el séptimo cielo, nos presentamos en la sala de degustación y la mesa está preparada para algo más que vino: en su lugar, su esposa comienza a salir con platos de comida, sus tomates de cosecha propia regados con su propio aceite de oliva, jamones y quesos, pimientos asados, pan, ensalada, y luego nos invitan a ver el plato principal que están preparando, chuletas de cordero al horno de leña, utilizando viejas vides secas como combustible.
La comida no solo fue deliciosa con locura (aún más gracias a todos sus maravillosos vinos), sino que en todo el tiempo no me sentí como una «visitante de bodega» haciendo una degustación, sino más bien como uno más de la familia. Una de las experiencias de vino más hermosas que he tenido, y una que no solo recordaré en el futuro, sino que volveré a visitar en mis recuerdos cada vez que abra una botella de vino Ondalán.»
Lesa Gough, de The Boozy Epicure
